viernes, 7 de marzo de 2008

que ordinaria soy...

Hoy pensé en ti de semáforo a semáforo. Es un tiempo corto. Pero es lo único que me acuerdo de ese trayecto. Me has inspirado tanto! Todas las aventuras de tu vida! Y los segundos compartidos casi irreales. Y en tu cumpleaños llevé cerveza sin alcohol... mi propia cerveza... Porque estaba enferma. Que ordinaria soy... Y en ese semáforo pensé en todos los libros que podría regalarte, seleccioné, dudé... quité... deseé ser culta, me arrepentí de no haber leído más y de todos los libros de los que he escuchado y prometí leer y ya ni siquiera recuerdo el título. Así hubiera tenido mejores opciones para ofrecerte. Qué ordinaria soy, y busco en mis recuerdos los más bonitos para contarte y busco en mis sueños, los más luminosos para compartirte. Y siempre espero ver tus fotos y saber a donde fuiste e imaginar un poquito tus pasos por esas calles. Siempre serás tú quien me sorprenda y pensaré en tu vida con dulce tristeza de saber que tal vez si tengo suerte me contarás solo a mi y solo a mi alguno de tus viajes. Entonces seré un poquito especial.

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