miércoles, 25 de julio de 2007

un espacio no mencionado

Me pusiste al tanto de tu vida, y la velocidad de nuestra conversación no era suficiente para la prisa que teníamos por unirnos. Por reconocernos en el tiempo, los problemas y el trabajo. Me sentí ricamente cansada al despedirnos. Confirmando el milagro que sucede al hablarnos. Siempre ha habido un espacio que no nos hemos atrevido a llenar. Un segundo plano de existencia que nos pertenece y que nunca se ha mencionado.
Seguiré teniendo sed de ti.

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